Introducción histórica (2)
El reino asturleonés consiguió estabilizar su territorio durante el reinado de Alfonso III, el último rey asturiano, que llevó la frontera de la Reconquista hasta el Duero. Con los primeros años del reino de León llegaba la recuperación, al ir alejándose poco a poco los días de la guerra y las razias musulmanas. Las ciudades como Astorga y León comienzan a crecer en población, y tenemos las primeras noticias de los pueblos de nuestro ayuntamiento en la documentación medieval: Calzada, ya citada en el 915, probablemente por su presencia en el Camino de Santiago como hospital de peregrinos; Villarejo (“Villarelio”) en el 1079; Villoria, en el 1100, y Veguellina, en 1260. Estébanez, que acabó absorbiendo a la desaparecida Calzada, es mucho más tardío, y los primeros datos son de 1575.
El monumento más importante del ayuntamiento es el Convento Premostratense de Santa María, en Villoria de Órbigo. Sabemos que su fundación es medieval, en torno al año 1243, y que fue refundado en el 1570, cuando pasó a formar parte de la orden de las Madres Norbertinas, que sólo tienen otra sede en Toro. Fue reconstruido varias veces, y la fábrica actual pertenece a los siglos XVIII y XIX, aunque un lamentable incendio destruyó la hospedería y el museo a finales del siglo XX. Actualmente es un convento de clausura, pero la iglesia se abre al público todos los años el día de San Tirso (28 de enero).
Los pueblos que conforman el municipio formaron parte desde el siglo XV del dominio del conde de Luna, y dependían del obispado de Astorga y la jurisdicción de Benavides. Durante la edad Moderna, el Órbigo tuvo el transcurrir sosegado de las poblaciones agrícolas: las cosechas, los tributos al rey, los diezmos, los pleitos por el riego... siempre con el gobierno del concejo como vertebrador de todo el sistema. Todas las iglesias que actualmente conserva el municipio fueron construidas a finales del siglo XVIII, sobre edificios anteriores que fueron reedificados. Pertenecen a un Barroco tardío que entra ya en el estilo Neoclásico, y se encuentran en un excelente estado de conservación. Las torres de Villarejo y Veguellina son especialmente llamativas, marcando con claridad el perfil del pueblo en la distancia.
Un momento clave que marcó la transición a la edad Contemporánea fue la invasión de los ejércitos de Napoleón, conocida como “la Francesada”. Sabemos que Villoria y Veguellina fueron asaltadas por la guarnición que estaba acuartelada en Hospital de Órbigo, en busca de dinero. Sin embargo, estos asaltos no tuvieron en ningún momento la gravedad de los sucesos de la vecina Astorga.
A lo largo del siglo XIX la ribera del Órbigo tarda en recibir las innovaciones de la revolución industrial. Los molinos siguen siendo la única industria, y los modos de vida son los tradicionales: la agricultura, la ganadería y sus derivados. Sin embargo, la llegada del ferrocarril León - Astorga, el último día de 1870, marca el comienzo del despegue. La vida del municipio se transforma completamente y en Veguellina nacerá el próspero barrio de la Estación. Atraídas por el ferrocarril, se establecen la fábrica azucarera (que estaría en funcionamiento desde 1900 hasta su cierre en 1998) y la “Linera” (desde 1930 a los años 60).
Estas dos fábricas tendrían una enorme influencia en los cultivos: el lino, que era un cultivo tradicional de toda la Ribera, y la remolacha, que acabó imponiéndose y marcando el ritmo de vida de los pueblos durante la época de campaña de recogida y tratamiento en la fábrica de Veguellina. Otro cultivo principal, y prácticamente único en toda España, es el lúpulo, uno de los componentes básicos de la cerveza. La modernización del sistema de riego llegó con la construcción del pantano de Barrios de Luna y la creación del Sindicato de Riegos del Órbigo, en 1952.
Desde los años setenta del siglo XX, el ayuntamiento pudo contar con un Instituto Nacional de Enseñanza Media, en Veguellina. Poco a poco se desarrolló la zona de recreo junto al río, con un Polideportivo, las Piscinas y del Cámping municipales, completados ahora con la nueva playa fluvial de Villoria. El municipio se ha convertido en un centro turístico destacado de la provincia, debido a la calidad de vida, la abundancia de agua y el agradable verano del que disfrutamos.
Actualmente, nuestros pueblos se están recuperando del duro golpe que supuso el cierre de la fábrica de Veguellina, gracias a la iniciativa industrial de pequeñas empresas, el Polígono Agroindustrial del Órbigo, en Villarejo, y la mejora de las comunicaciones por carretera, con la novedad de la Autopista León-Astorga.